Seguimos con las clases teóricas de esta
asignatura recibiendo una charla de María Herrador, Lasartearra y ex-alumna del
colegio Landaberri. Antes de empezar con su charla, nos ha querido dejar claro
que ella no ha recibido ninguna formación específica sobre el mundo tecnológico
que nos envuelve, pero su interés por las mismas le ha hecho explorar,
investigar y aprender sobre este mundo.
María empezó a trabajar como profesora con
20 años. Al principio se dedicaba a hacer sustituciones sobre todo de corto
tiempo. Su principal lema es la motivación del niño, y nada más entrar en el
aula se dio cuenta de que muchos de los alumnos carecían de ello. Por lo tanto
se vio obligada a intervenir en la metodología que usaban en el colegio y uno
de sus propósitos fue investigar diferentes medios para captar la atención de
los niños.
Unos años más tarde, María llegó al
colegio de Aduna, donde trabajó por tres años. Le llamó mucho la atención la
metodología que utilizaban allí ya que se le daba mucha importancia al rol del
profesor y se centraban mucho en la práctica en vez de trabajar tanto la
teoría. También descubrió el juego libre y los rincones de aprendizaje y le
pareció que los niños jugaban y aprendían diferentes cosas de manera muy
divertida. Aún y todo, uno de los puntos más importantes que subraya de la
escuela de Aduna es la introducción de las nuevas tecnologías, precisamente en
el aula. Se empezaron a utilizar power points, vídeos digitales y demás, pero
la novedad fue la llegada de la pizarra digital. Muchas de estas herramientas
se utilizaban a partir de primaria, aunque también se estaban iniciando en el
uso de éstos en Educación Infantil.
Una vez
terminada su trayectoria en Aduna, María empezó a trabajar en el Eskola Txikia de Zubieta. Nos parece importante mencionar las características más importantes
de estas escuelas: la diversidad de edad, la integración de la escuela en el
pueblo, el trabajo colectivo con las familias, el impulso de la lengua vasca,
la pequeña cantidad de alumnos y profesores ya que estas escuelas son únicas en
pueblos pequeños. Además, la metodología que utilizan en estos colegios suele
ser la del juego libre, que consiste en que el niño juegue y aprenda con los
materiales que a él le interesen y en los “txokos” que él quiera. Cada niño
puede estar todo el tiempo que quiera en cada “txoko” y trabajan por proyectos
tratando los temas que les interesan y más les gustan.
La película |
Allí es donde empezó a informarse sobre las nuevas
tecnologías y sin tener mucha formación acerca de ellos, llegó a ser la
responsable de las TIC del colegio. En el mismo centro conoció a Estitxu, quién
le ayudó a llevar a cabo su iniciativa en este mundo de las TIC. Entre las dos
comenzaron un proyecto con niños de diferentes edades que consistía en crear
una “mini película” basándose en otra llamada “Mi vecino Totoro”, que fue
elegida por los propios alumnos. El comienzo de este camino no fue del todo
sencillo, ya que tuvieron que hacer varias reuniones para especificar las
técnicas que utilizarían para crear este video y cómo crearían el guión de la
misma. En estas reuniones tuvieron ayuda del Berritzegune y de Estitxu, que fue
la que hizo esta propuesta junto a María.
Después de acordar entre todos los
profesores las características de este proyecto, hicieron una asamblea con los
alumnos para exponerles la idea. Entre todos decidieron representar la película
“Mi vecino Totoro”, como hemos mencionado anteriormente, el cual vieron todos
juntos en clase e hicieron diferentes decorativos para ambientar el aula: un
árbol gigante en la mitad del aula, dibujar diferentes personajes, crear
diferentes escenarios, etc.
A continuación, se pusieron en contacto
con expertos, para que los niños se dieran cuenta realmente de lo que iban a
hacer y hacérselo saber también a los padres. Para empezar, tuvieron la visita
de Dani Losada y Estitxu (profesores externos al centro y del grupo
Elkarrikertuz de la Escuela de Magisterio de Donostia) tanto los niños
como los profesores, para que les guiarán en este camino. Después, hicieron una
visita a la Escuela de Cine y Video de Andoain, en el cual les explicaron a los
niños diferentes programas en los que podrían editar los videos. Además, para
que se fueran familiarizando con la fotografía, empezaron a experimentar y a
aprender a sacar fotos con la cámara que utilizarían en los siguientes meses
para realizar su propia película.
Es después de esta pequeña formación
cuando empezaron a trabajar con la película. Tomaron diferentes personajes de
la película y se inventaron historias en los diferentes fondos que crearon
ellos mismos. Para entender la función del fondo hicieron diversos ejercicios
con sus propias fotos. Luego vino la puesta en común y el momento en el que
decidieron qué personajes escogerían, qué fondos y tanto el comienzo como el
final de su historia. Otra de las tareas importantes fue la toma de decisión
para el título de la película. En esta toma de decisión tuvieron mucho en
cuenta cada opinión, de manera que respetaran cada una de las ideas de todos
los alumnos e hicieran una mezcla entre todas ellas.
El txoko para el story board |
Una vez decidido todo el guión,
escribieron las secuencias en un story board que se trata de un poster grande
en el que planificaron cada una de las escenas y secuencias y especificaron que
personajes actuarían en ellas y qué sería lo que dirían. Debemos de tener en
cuenta que los niños son los protagonistas de la clase con esta metodología y
que aunque la profesora les ayudara con estas tareas, ellos eran los que las
llevaban a cabo.
La etapa que más tiempo les llevó fue la
secuencia de fotos y el uso del cañón para esta tarea. Además, debemos de
añadir que fueron los niños los que hicieron todo el montaje de las fotos
utilizando el programa Pinacle y también los que pusieron voz y demás sonidos a
las fotos. Por último, grabaron la última secuencia añadiendo las fotos de cada
uno de los participantes y solamente les quedaba presentárselo a todos los
padres.
Para ello hicieron una gran fiesta, como
si de un festival de cine se tratara, en el que ellos mismos crearon las
entradas de cine, pusieron una alfombra roja, photocall, todas las sillas
ordenadas numéricamente como en una sala de cine, etc. La película sólo duraba
3 minutos, pero debemos apreciar el hecho de que todo es elaboración de los
niños y que hay un trabajo de 6 meses por detrás. Al fin y al cabo es lo más
bonito de esta metodología, que ellos sean protagonistas de la clase y de las
actividades que vayan a realizar. Es muy fácil que todo el trabajo lo haga la
profesora y que salga una película increíble, pero ¿no creéis que tiene más
encanto a pesar de que el vídeo no tenga argumento, que lo hayan hecho los
niños?
Es un proyecto que conlleva mucho trabajo, pero a la vez muy enriquecedor
ya que no sólo aprenden a hacer uso de las TIC, sino que también otros muchos
conocimientos como la escritura, la cooperación, toma de decisiones,
manualidades, planificación, etc.
Nosotros
hemos tenido la oportunidad de ver el resultado de este increíble proyecto y la
verdad que es una película preciosa en el que se aprecia un gran trabajo hecho
con ilusión y cariño.